/ Annette Pehrsson // J. Kerouac
Me desperté cuando el sol se ponía rojo; y aquél fue un momento inequívoco
de mi vida, el más extraño momento de todos, en el que no sabía quién era
yo mismo: estaba lejos de casa, obsesionado, cansado por el viaje, en la habitación
de un hotel barato que nunca había visto antes, oyendo los siseos del vapor afuera,
y el crujir de la vieja madera del hotel, y pisadas en el piso de arriba, y todos los ruidos
tristes posibles, y miraba hacia el techo lleno de grietas y auténticamente no supe quién
era yo durante unos quince extraños segundos. No estaba asustado; simplemente era
otra persona, un extraño, y mi vida entera era una vida fantasmal, la vida de un fantasma.
(En el camino)
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